¡Las emociones son ....TESOROS!

El pasado fin de semana tuvimos el primero de los módulos dedicados a la Inteligencia Emocional. El  módulo estuvo impartido por la Psicóloga, Sexóloga y Coach Marian Frías (conocida por muchos por sus apariciones en Cuatro y otros canales así como por sus colaboraciones en Cadena Dial). Aunque muchos nos moríamos porque nos hablara de otros conocimientos que tiene, allí estaba en calidad de Coach y experta en Inteligencia Emocional. ¿Y QUE ES ESO? Pues si os parece, os voy a contar que es para mí después del fin de semana pasado la Inteligencia Emocional.

Estamos acostumbrados a esconder nuestras emociones. Desde pequeño se nos enseña a no mostralar en público. No hablamos casi nunca de ellas. Palabras como Miedo, Amor, Alegría, Tristeza, Ira, Sorpresa y Asco (las 6 emociones básicas) son ajenas a nuestro vocabulario diario. Nos da vergüenza nombrarlas y parece estar prohibido comentarlas. Y lo que es peor, sentirlas. ¿Es malo el Miedo? ¿Y la Ira? Pues depende. Si la Ira aparece cuando estamos con nuestra pareja porque se ha dejado la zapatillas en medio del salón, pues no parece muy adecuada. Pero ¿y si aparece cuando vemos a alguien amenazar a nuestra hija y eso nos produce la fuerza para enfrentarnos a dicha persona, entonces sería aceptable?

Esto es lo primero que nos enseñaron. Las emociones no son ni negativas ni positivas. Son TESOROS. Son mensajeros que nos transmiten muchos datos. Y en eso consiste para mí, desde el pasado fin de semana, la inteligencia emocional. Consiste en entender que las emociones están ahí para decirnos algo. Que son respuestas a estímulos externos o internos y que no debemos de tratar de "arrinconarlas o taparlas". La inteligencia emocional consiste en identificar y gestionar dichas emociones y conseguir que ellas trabajen para mí y mis objetivos.  

El fin de semana fue brutal. Marian consiguió crear el ambiente para que el grupo rompiera barreras y hablara de emociones, de las emociones de poder (antes positivas) y de las incómodas (antes negativas). Y que estuvieramos en familia. De hecho estamos empezando a formar una gran familia. Empezar a ser consciente de cual son nuestras emociones y de cómo podemos gestionarlas para ser nuestra mejor versión de nosotros mismos.

Como fin, terminamos con un ejercicio que os propongo que hagais. No es fácil, pero merece la pena. Yo no lo había hecho nunca. ESCRIBIROS UNA CARTA A VOSOTROS MISMOS. Lo hice, y además fui capaz de leerla en voz alta. Me he propuesto hacerlo una vez al mes. Sentarme tranquilo, con un café o una infusión y tranquilamente escribirme una carta. Es una experiencia impactante. Y muy, muy, muy emocionalmente inteligente!

Buenas noches a tod@s.