El otro día andaba en uno de los deportes nacionales que
cada día practico menos: estaba “arreglando el país”. Conversaba con un amigo
sobre el porqué de esos políticos que nunca dimiten, a pesar de los errores que hayan podido cometer (y
hablo de errores para no descalificar a nadie). Una de
las conclusiones a las que llegamos era el ansia de poder. En mi subconsciente se quedó una duda, ¿Qué
será ese poder que tanto atrae a las personas?
Y por la mañana temprano, muy temprano, consulte a mi gran
amigo Google sobre qué era eso de PODER. Y me encontré con esta definición:
- Poder: Sustantivo masculino. Autoridad para mandar, dominar o influir sobre otros. La verdad, aunque a primera vista pueda parecer atrayente, para mí no lo es en absoluto. Yo no quiero mandar o dominar. Sobre nadie.
Pero seguí leyendo y cuál fue mi sorpresa que también
existía el verbo PODER y conforme empecé a leer, cada vez me identificaba más y
más con los significados que encontraba:
- Estar [una persona] en condiciones de hacer determinada cosa por no haber nada que lo impida. Si, cada día estoy más en condiciones de luchar por mis sueños, de alcanzar mis metas. Cada día me doy más cuenta de que generalmente sólo hay una cosa que nos impida ir a por lo que deseamos: nosotros mismos.
- Tener [una persona] autorización o permiso para hacer una cosa, o considerarse moralmente con derecho a hacerla. Hace dos años me di permiso para buscar otra forma de vivir, más acorde con mi moralidad y con mis valores. Ni mejores ni peores que los de los demás. Pero como son los míos, me di el permiso. Y cada vez pienso que no sólo es el derecho, sino que tenemos el deber de hacerlo. Hemos nacido para brillar. Tenemos talentos únicos (cada persona tiene los suyos) y debemos de ponerlos al servicio de los demás. Para ayudar a los demás a que también brillen.
- Tener una o varias opciones para realizar determinada cosa. Existen varios caminos para alcanzar nuestros sueños. Quizás no seamos capaces de verlos todos o de saber cuál es el más acertado. Da igual. Empieza con pequeños pasos. Los demás se irán mostrando frente a ti. Y si tienes que cambiar de camino, tampoco pasa nada. Aprendes y cambias.
- Tener [una persona] capacidad para vencer o derrotar a otra en una lucha, una competición, etc ¿Os acordáis de la frase de cuando éramos niños “Fulanito es más fuerte que yo. Es que me puede”? Pues así me siento yo. Pero conmigo mismo. Estoy, humildemente lo digo, superando día a día, con pequeños pasos, a aquel Pedro de antes. No busco “poder” a nadie. Busco ser más fuerte cada día para poder vivir más acorde a mis valores, ir a por mis sueños y dar ejemplo a mis hijas para que en el futuro ellas puedan vivir así.
- Ser capaz de dominar una situación o de hacer frente a las dificultades que ofrece una cosa o una persona. Confiar en tus posibilidades. Confiar en que tienes las habilidades y las capacidades de afrontar cualquier situación que pueda venir. Visualiza el final y cree en ti. De verdad. Siendo consciente de todo lo que posees. Yo he empezado a confiar en mi. Tengo todavía mucho de lo que deshacerme: juicios, insultos, valoraciones, críticas, … pero lo voy consiguiendo. Paso a paso. Día a día.
- No poder más. También hay días en los que siento que no puedo más. Que quiero dejarlo todo y seguir con una vida fácil y llena de seguridades. Llena de convencionalismos. Llena de “tengos” en vez de “quieros y/o puedos”. También tengo días de abandonarlo todo. Cada vez menos. Pero los tengo. Y en esos días me acuerdo del camino recorrido y sobre todo, de donde quiero llegar. Y sigo adelante. Como esa hormiga que me acompaña siempre.
- No poder ver. Cada vez puedo menos con el odio, la falta de coherencia, la falta de valores, la falta de educación…. Cada vez puedo menos con aquellas falsas amistades, con aquellas personas que siempre están quejándose, pero no hacen nada por cambiar. Cada vez puedo menos y cada vez intento alejarme más de ello.
- ¿Se puede? (expresión para pedir permiso para hacer o entrar a algún sitio). Pregúntate si puedes entrar dentro de ti y sentir cuál es tu camino. Date permiso para crecer interiormente y poder fluir con la vida que quieres. El fracaso es no intentarlo. Casi todas las personas ancianas se arrepienten de lo que no han hecho, no de haberlo intentado.
Así que tras profundizar un poco, he entendido más a los políticos.
YO TAMBIÉN QUIERO PODER!!!!
