Pues dentro del programa, Darte y Eleva ha incluido este año un módulo de Neurociencia; esto es, qué sucede en el cerebro y por qué sucede cuando pasamos por un proceso de Coaching.
El pasado 9-10 de mayo exploré el mundo del cerebro desde un punto de vista totalmente científico. Celia de Austria es una investigadora que, como muchos jóvenes talentos del mundo científico, vio como la falta de medios económicos cerraban su línea de investigación sobre el Alzheimer y tuvo que decidir entre buscarse "las habichuelas" en el extranjero o reconvertir su carrera. Y decidió estudiar qué era esto del Coaching y darle un sustento científico a las emociones, a la motivación, ...
Vimos como el cerebro ha ido evolucionando hasta adquirir nuevas funciones. Cómo se produce la sinapsis entre neuronas (la transmisión de información), las distintas hormonas y sustancias que segrega ante las distintas emociones, el sistema nervioso, los hemisferios cerebrales, .... Pero de todo, me gustaría compartir con vosotros dos descubrimientos para mi:
El primero es la NEUROPLASTICIDAD. Cuantas veces nos han dicho que a partir de los 40 ya no se aprende, que es complicado cambiar, que yo nací así y no puedo hacer nada para evitarlo, .... Bueno, pues siento deciros que sí se puede cambiar y que la neuroplasticidad es la capacidad de nuestro cerebro para realizar nuevas conexiones neuronales, de adquirir nuevos hábitos y de cambiar el funcionamiento de nuestro cerebro en beneficio de nuestro objetivo. Os dejo un vídeo corto para los que quieran conocer un poco más sobre esta capacidad que TODOS tenemos:NEUROPLASTICIDAD.
Lo segundo es el por qué de la necesidad de "enamorarnos" de nuestro objetivo, de nuestro para qué. Cuando sentimos amor y deseamos algo desde el corazón, el cerebro activa el área de la recompensa segregando altos niveles de dopamína y adrenalina. La dopamina nos va a proporcionar el deseo de tener, conseguir aquello que nos hemos propuesto y la adrenalina se asocia a la acción. En otras palabras: el cerebro se enamora y segrega sustancias que nos llevan a desear y a movernos hacía ello. Así pues, si recordáis una de mis primeras entradas, os proponía marcaros un objetivo para ser felices. Si no lo habéis hecho, hacedlo. ya sabéis aquello de "un deseo no cambia la vida y una decisión lo cambia todo".
Y como siempre me despido mandando alguna tarea, hoy os propongo entrenar al cerebro, para que no se acomode. Se ha demostrado que simplemente haciendo las cosas de forma diferente, el cerebro modifica esas conexiones neuronales y nos sirve de entrenamiento. Pero cosas tan sencillas como: cambiar el reloj de mano, ir al trabajo por otro camino distinto, ducharse mirando al lado contrario, cepillarse los dientes utilizando la otra mano, ... Al cerebro no le gustará, porque está diseñado para gastar poca energía. Pero le vendrá muy bien.
Agradeceros como siempre vuestro tiempo. Un abrazo enorme.
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