- Conversa con el Coachee, generando la confianza necesaria para que éste saque todo su potencial.
- Le escucha. Qué difícil es escuchar bien, activamente. La escucha activa significa estar totalmente en la otra persona. En entender lo que nos dice y lo que no nos dice. Lo que nos dice a través del lenguaje y a través de las emociones, posturas, silencios, .... En nuestro sistema educativo nos enseñan a utilizar el lenguaje (aunque no muy acertadamente), nos enseñan las matemáticas, las ciencias, .... pero ¿a alguien le han enseñado a escuchar? Leed que este precioso texto sobre la escucha: “Cuando te pido que escuches y te pones a darme consejos, no estas haciendo lo que te he pedido. Cuando te pido que me escuches y te pones a decirme porque no debería sentirme de ese modo, estas hiriendo mis sentimientos. Cuando te pido que escuches y te parece que debes hacer algo para solucionar mi problema, me has fallado, por extraño que parezca. Escucha!, Solo pedía que escucharas; no que hablaras o hicieras, solo oírme… Puedo valerme por mi mismo, no estoy indefenso. Cuando haces algo por mi que puedo y necesito hacer yo mismo, incrementas mi temor y mi sensación de ineptitud. Pero cuando aceptas como cierto que me siento como me siento, por muy irracional que resulte, puedo dejar de intentar convencerte y pasar a la cuestión de comprender que se esconde detrás de esa sensación irracional. Y, cuando esta claro, las respuestas resultan obvias y no necesito consejos.” Ralph Roughton.
- Le pregunta. A través de las preguntas, el buen Coach acompaña en la búsqueda de esas respuestas que el Coachee no se ha hecho anteriormente, bien porque no se atrevía, porque no se las había planteado o porque simplemente no era su momento.
Con estos tres elementos, durante esas sesiones, el Coachee es la persona más importante y conseguimos crear un ambiente relajado y de confianza para lograr el fin último del proceso: Ser la mejor versión de uno mismo.
El lenguaje crea realidades. Cuantas limitaciones nos ponemos nosotros mismos cuando hablamos: "es imposible", "no puedo", .... Está demostrado científicamente que el cerebro no entiende entre lo que es realidad o no. Si le decimos que es imposible, él se lo cree e intentará protegernos para que no hagamos aquello que hemos dicho que es imposible. Un ejemplo: hasta 1954, se pensaba que bajar de 4 minutos en recorrer una milla de distancia era físicamente imposible. En dicho año, Roger Bannister (atleta y, que casualidad, neurólogo) logró 3:59.4. Pues en los siguientes 3 años, el record fué batido hasta en 4 ocasiones, siendo la marca actual 3:43.
Adelina nos ha dotado de muchas herramientas para saber acompañar a nuestros Coachees y ha sido un verdadero placer poder compartir estas horas con ella. Entre las herramientas, no puedo dejar de nombrar su modelo del Ping Pong (técnica muy útil para los diálogos internos) y el METAMODELO. Una poderosa y efectiva herramienta, que hay que utilizar con mucho cuidado dada la profundidad a la que trabaja, que nos va a ayudar mucho en los procesos de Coaching.
Os dejo con un vídeo que me impactó. Es del módulo anterior, pero viene muy bien para explicar el poder de las palabras.
Y además de todo lo académico, fue otro fin de semana genial, en el que todos los compañeros compartimos muchas vivencias y momentos especiales, de los que no daré detalles pues: "lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas".
Muchas gracias a todos por seguir el Blog. Espero que sirva para que conozcáis un poco más de mi y de esta profesión que me tiene cada día más enamorado.
¡FELIZ SEMANA!
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